Limpieza dental: lo que debes saber
Dependiendo de tus necesidades dentales, puedes elegir entre varios tipos diferentes de limpiezas dentales. Sin embargo, todos los métodos comparten el mismo objetivo: eliminar las bacterias de los dientes y reducir el riesgo de problemas dentales.
- Profilaxis: Esta limpieza preventiva de rutina es adecuada para personas con dientes y encías sanos. Es el tipo de limpieza dental más común.
- Desbridamiento macroscópico: recomendado para quienes no han visitado al dentista en más de un año o tienen una acumulación significativa de placa. El desbridamiento macroscópico es similar a la profilaxis, pero puede llevar más tiempo. Ayuda a identificar cualquier problema no diagnosticado antes de la limpieza.
- Raspado y alisado radicular: también conocido como limpieza dental profunda, este procedimiento ataca las bacterias y el sarro endurecido debajo de la línea de las encías. Los dentistas realizan raspados y alisados radiculares para personas con enfermedad de las encías de leve a moderada (periodontitis). Por lo general, se administra anestesia local para adormecer las encías durante el procedimiento.
¿Con que frecuencia debe programar una limpieza dental?
Según los profesionales de la odontología lo mejor es limpiarse los dientes con regularidad, según lo determine tu dentista. La frecuencia del procedimiento depende del estado de tus dientes, así como de lo que estés tratando de lograr. Por lo general, la mayoría de las personas acuden a una limpieza dental cada seis meses.
Los beneficios de la limpieza dental regular
La limpieza dental periódica ofrece más ventajas de las que piensas. Además de la limpieza, contribuye a mejorar la salud general. Estos son los beneficios de la limpieza dental:
- Riesgo reducido de problemas de salud bucal: las limpiezas de rutina reducen las posibilidades de desarrollar problemas como caries y enfermedades de las encías.
- Mejora de la salud general: la salud bucal está relacionada con la salud de todo el cuerpo. Las limpiezas periódicas pueden ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y demencia.
- Prevención del mal aliento: la acumulación de placa y sarro puede provocar mal aliento. Las limpiezas periódicas pueden ayudar a mantener el aliento fresco al eliminar los microbios dañinos de las superficies de los dientes.
- Ahorro de costes: el cuidado dental preventivo, incluidas las limpiezas, puede detectar problemas desde el principio, ahorrándole tiempo, estrés y dinero a largo plazo.
Al priorizar las limpiezas dentales periódicas, podrás disfrutar de estos beneficios, mantener una sonrisa saludable y promover tu bienestar general.
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