El estrés y los problemas de salud bucal
Cuando tenemos tantas cosas que hacer en nuestras vidas ocupadas, ¡puede ser difícil manejar nuestro estrés! Sin embargo, hay una serie de razones por las que el manejo del estrés debería ser una prioridad. El estrés no solo tiene efectos psicológicos, sino que también puede tener un impacto significativo la salud, incluida tu salud bucal. Estas son solo algunas de las razones por las que debes comenzar a priorizar tu salud y controlar tu estrés.
1. El estrés aumenta tu riesgo de enfermedad de las encías.
El estrés puede agotar tu sistema inmunológico, el mecanismo de defensa natural del cuerpo contra enfermedades e infecciones. Esto puede ser particularmente problemático cuando se trata de tu salud bucal. Cuando el sistema inmunológico está desgastado por el estrés, las bacterias dañinas en la boca aprovechan la oportunidad para causar estragos en tus encías. En última instancia, esto provoca una infección de las encías conocida como gingivitis. La gingivitis, en sus primeras etapas, es fácil de controlar. Sin embargo, si no se trata, puede progresar a una enfermedad de las encías, una afección de salud bucal muy grave. Por lo tanto, si has estado estresado últimamente, asegúrate de cuidar más las encías usando hilo dental y manteniendo una rutina sólida de higiene dental. Si te sangran las encías cuando usas hilo dental, asegúrate de visitar a un dentista de inmediato.
2. El estrés puede provocar rechinar los dientes.
¿Alguna vez te has dado cuenta de que aprietas los dientes cuando estás estresado? Es posible que no te des cuenta, pero es posible que también seas una de las muchas personas que rechinan los dientes mientras duerme. El rechinar de dientes, también conocido como bruxismo, se asocia comúnmente con el estrés y ocurre con mayor frecuencia durante el sueño. Esto puede ser bastante problemático para su salud bucal, especialmente para los dientes y la mandíbula. Los rechinadores de dientes nocturnos pueden desgastar su esmalte dental y causar mucho daño. También puede causar el síndrome de ATM, que se caracteriza por dolor en la mandíbula y la cara. En última instancia, si te despiertas por la mañana con dolor en la mandíbula, podrías estar rechinando los dientes como resultado del estrés.
3. El estrés puede causar llagas en la boca.
¿Alguna vez ha tenido aftas o úlceras en la boca? Estos pueden ser excepcionalmente dolorosos y hacer que sea muy difícil hablar y masticar. Las llagas en la boca ocurren con mayor frecuencia como resultado de un sistema inmunológico debilitado. Es por eso que surgen con mayor frecuencia en momentos de estrés. Afortunadamente, estas dolorosas llagas suelen desaparecer por sí solas después de un tiempo. Sin embargo, si los obtiene con frecuencia, ¡asegúrate de tomar nota de lo que tu cuerpo está tratando de decirle! Es posible que estés soportando demasiado estrés diario.
4. Las personas con estrés crónico son más propensas a sufrir caries.
Hay un par de razones por las que el estrés y las caries van de la mano. Para empezar, las personas tienden a tomar malas decisiones con respecto a su salud en momentos de estrés. Esto incluye comer alimentos poco saludables, particularmente alimentos con almidón y azúcar que a menudo conducen a la caries dental, y prestar menos atención a sus rutinas de higiene. Ambos hábitos pueden hacerte más propenso a las caries a largo plazo. Quienes toman medicamentos para el estrés crónico también corren un mayor riesgo de tener la boca seca. Este problema de salud bucal inhibe la producción de saliva, que es una importante línea de defensa contra las bacterias que causan la caries dental. Desafortunadamente, todos estos problemas combinados podrían significar más caries en el futuro.
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